viernes, 2 de diciembre de 2016

Mis "en silencio" historia con ellas IV

Dicen que es de sabios el reconocer los errores propios. Yo en esta narración he cometido uno, más por olvido que por otra cosa.
Aunque he contado la historia de V, en el fondo no debiera de aparecer en esta historia, ya que antes de su aparición con otros chicos ante mí sí es cierto que hubo un día en el que en la despedida le susurré al oído lo que sentía por ella, así que no fue en realidad tan "en silencio" como el resto de las aquí nombradas. Pero como su historia es parte de mi historia, y parte importante si lo comparamos con otras, queda incluida.

Igual que la que, según ciertos aspectos, se podría definir como la siguiente: AM2, o solo A.
Yo no la buscaba, ella buscaba a alguien, nos encontramos, ella me gustó y yo a ella no. Resumen escueto y poca chica más hay en la historia, la verdad. Salvo que estuvo un tiempo viviendo con su novio en mi misma ciudad, una tarde tuvieron una gran pelea y me tocó llevármela de la casa porque no quería estar con él. La acompañé a un hostal, la saqué de marcha para que se le pasasen los malos rollos y luego la volví a dejar en el hostal ya con la cabeza algo despejada. Cada uno a su casita y yo con la satisfacción de haber ayudado a una amiga (entonces ya no me gustaba, que conste), la cual volvió al día siguiente con el que ahora es su ex-.

Ah, y en su día le dije que me gustaba, pero como no era recíproco la cosa no pasó de ahí, y al igual que V solo la incluyo para completar al máximo la lista  de "enamoramientos y similares". 

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Mis "en silencio" historia con ellas III

Se podría decir que una S (otra más) me hizo olvidar a V, pero dado que fue más un ligero cuelgue que otra cosa no estaría bien definirlo así. Sin embargo sí que he de nombrarla por cierta repercusión, y es la de presentarle a un amigo, que ambos se gustasen y no hicieran nada porque, según ellos, me molestaría a mí. Mis palabras fueron que me daba igual, que si se gustaban que hubiesen intentado algo juntos, ya que al decírmelo no me hubiese molestado y hasta me hubiese sentido bien.

Y llegamos a otro de los puntos de inflexión. E (E2 según la cuenta), alguien con quien V me vio hablar y se mosqueó. Persona que veía casi cada fin de semana, y de hablar, de conocerla y conocer un poco sus gustos acabó por entrar de forma oficial en mi corazón. Por supuesto como cada una tenía sus cosas especiales, sus cosas que la hacían "única" a mis ojos.
Blandita como un peluche, pelo largo por la cintura (que siempre llevaba recogido), más que bajita diría que "del tamaño adecuado"...
Entre otros muchos recuerdos especiales tengo uno de su reacción ante un golpe que me sacudió uno jugando al baloncesto (apunte: soltar un codazo a la cara para defender un balón no es muy legal que se diga), la cual fue acompañarme a la enfermería al verme la nariz algo hinchada, mientras que el resto de los de allí pasamos (me incluyo en el lote) de eso, aunque me retiré a descansar antes de que me viese y pasase lo que he contado.

Otro recuerdo no es tan agradable, pero es importante. Se marchaba por varios meses fuera, por asuntos relacionados con sus estudios. Fui al sitio donde solíamos vernos por si sonaba la flauta y nos podíamos despedir, pero durante toda la noche no se presentó en el lugar.
Cuando me marchaba con mi colega y me alejaba de la puerta algo (intuición, sexto sentido o como queráis definirlo) me dijo que me volviese, y al girar la cabeza allí estaba ella, justo donde seis segundos antes no había estado.
Por supuesto hubo despedida (con algunas palabras no del todo acertadas por mi parte, pero sin llegar a lo maleducado, sino más bien a lo depre), y hasta acabé deseándole buen viaje y mucha suerte.

No fue hasta un año después (mes arriba o abajo), cuando volví a verla, muy muy cambiada. Lo primero era el pelo corto, y lo segundo que era mucho más fría conmigo que antes de irse.
Solo comenté que me alegraba de verla y de sabe que todo le había ido bien y listo.
Como se suele decir, nunca más se supo. Guardo un grato (y triste) recuerdo de ella, y espero que todo le haya ido bien.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Mis "en silencio" historias con ellas II

Algo que siempre he mantenido en silencio han sido las gemelas. Aunque alguna vez recuerdo haberlas nombrado, no he contado cosas de esa "nadadenadahistoria".
Como el propio nombre indica, dos gemelas. Y pese a ser gemelas se apreciaban diferencias. Y esas diferencias entre una y otra es lo que hacía que me atrajese más una que la otra. Asaltando de nuevo una de mis debilidades.
Porque sí, cuando veía a una de ellas con molestias debido a su complexión física, un cierto "me gustaría poder cuidarla y hacer que se sintiera mejor" me afloraba en la patata.

Y así llegamos a un punto en el que por circunstancias de la vida me pasaba el día rodeados sólo de hombres, así que muchas féminas no pude conocer.
Pero apareció una, S. Y no, no es otra "S" recurrente en mi vida, pese a compartir nombre.
Guapa, graciosa (me seguía las bromas), ojazos azules, de mi altura, morena... Teníamos bastante en común, me gustaba y yo a ella, pero el no hablar en su momento hizo que al final cada uno se fuese por su lado.
Y lo curioso es que, de los bastantes recuerdos que tengo con ella, el que más me viene a la mente son las predicciones gafes que le hacía a una amiga suya y de las cuales no fallaba ninguna.

V. Poco después de S llegó V. Para nada la más guapa de la fiesta, como se suele decir. Pero guapa para mí. Y, como ella misma me demostró más adelante, para otros.
Llegó en un momento sin avisar. Simplemente coincidimos (dos grupos, chicos nosotros y chicas ellas) y, tras varios encuentros deportivos (sin doble sentido, deportivos reales) empezamos a hablarnos más por sms (qué tiempos aquellos).
Como en el caso anterior, había algo mutuo, una atracción mutua y cosas en común, pero el no hablar a su debido tiempo hizo que al final no hubiese nada.
Lo que la llevó a pasearse delante mío con varios chicos diferentes en semanas diferentes, para darme celos, cosa que no logró debido a que me dijo que no quería nada con nadie y a las dos semanas ya estaba liada con otro...
Lo gracioso es que fue ella la que se puso celosa al verme hablar con otra chica por la que yo no sentía nada (de momento, sin saberlo yo), haciendo que al final desistiese y no volviese al lugar salvo una vez un año más tarde.
Como ya he dicho, se volvió a poner en contacto conmigo un año más tarde para saber qué tal me iba todo y hasta me preguntó si tenía algo con alguien. Tenerlo no lo tenía, pero había alguien que en ese entonces tenía mi atención y algo más. No se lo dije con esas palabras, pero sí que había alguien. Después de esa despedida no he vuelto a saber de ella...
V, allá donde estés, que sepas que definiste una parte de mí.

martes, 15 de noviembre de 2016

Mis "en silencio" historias con ellas

Historias que son historia sin haber habido "historia".

Si empezamos por el principio, habría que nombrar a E.
¿Que quien es E.? Ni ella misma lo sabe. Pero fue la primera en entrar en mi corazón. Bastantes años sintiendo algo sin decir nada. A día de hoy aun la veo a veces y nos saludamos, la veo con su pareja y su hija y me alegro por ella.

¿Con quien continuaría? Me sentí atraído por una tal AM, pero al ser una época confusa por diferentes motivos quizás sea mejor hablar de E2 (o ME).
AM tenía una simpatía y una frescura que hacía tiempo necesitaba en mi vida para cambiar el chip, pero la llegada de E2 (sí, su nombre también empieza por E, de ahí el E2) fue como rayo: con un solo momento, un solo gesto en un brevísimo instante dio tal vuelco a mi corazón que me dejó hechizado por varios años. Y me mostró cual sería mi punto débil con ellas en los años venideros.
Reconozco que con ella hubo un par de tentativas, pero buscar cosas distintas y no estar en la misma onda hizo que sucediese lo que tenía que suceder: nada.

¿Quién logró cambiar esa situación? Difícil saberlo, esa época de gustos Chimo Bayo (esta sí, esta no...) me deja recuerdos de varias que me gustaron algo, que me fueron moldeando hasta sí encontrar a alguien, G.
Aquí sí que se juntaron muchos de mis puntos débiles en cuanto a mujeres se refiere. O puede que la mayoría de ellos surgiesen debido a ella.
Ignoro si algunas cosas le daban igual o las hacía adrede para mostrarme cierto interés hacia mí sin decirlo de manera directa, pero esa es otra de esas historias que nunca se sabrán. Lo cierto es que los recuerdos que guardo de ella incluyen algunas gansadas por mi parte que podría haber estado más fino o haberlas aprovechado para hacer comentarios sobre mis sentimientos.

sábado, 5 de noviembre de 2016

Gustos II

Para gustos los colores.

Expresión correcta y errónea, puesto que lo que para unos es azul, para otros es verde.

Dejando aparte el tema de los colores, a veces lo que nos gusta nos hace daño. Por ejemplo las mujeres (ejemplo que todos conocemos): les gustan unos zapatos que al poco les hacen daño, pero prefieren la estética a la comodidad. Es algo que todos hemos visto en madres, hermanas, parejas, etc..

Otro ejemplo: gente con el colesterol y tensión altos que pasa de todo y se mete entre pecho y espalda cosas ricas en sal (aquí hay que admitir que son más hombres que mujeres los que hacen esta burrada).

Cambio.

Gustos por marcas. Casi todos somos afines a tal o cual marca. Algunos por simple cabezonería, otros porque han probado varios productos de varias marcas y han decidido que X es la suya. Luego está el problema del fanatismo (Samsung y Apple en móviles son el mejor ejemplo), que lleva a los usuarios de dichas marcas a desprestigiar a la rival y a reírse de sus desgracias (¡Aaaay, Note 7, la que has liado!), aun cuando su marca haga lo mismo o peor (¡Aaay, Iphone 7, que tú también explotas!).
Con las marcas de coche es casi peor. Para algunos su marca es sagrada, aun cuando hayan comprado 6 coches y todos se le hayan roto por tal o cual motivo.

Los gustos son variados, y si aprendiésemos a vivir sin criticar los de los demás (excepto en casos en los que esté justificado, como que dichos gustos sean algo castigado por el código penal), creo que nos iría mejor a todos.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Gustos

Sobre gustos no hay nada escrito, reza el dicho. Pues escribamos y se acabó el dicho.

Gustos hay muchos, por eso la dificultad de agradar a la mayoría (a todos es imposible). Dado que no todo el mundo piensa igual (pese a que la conexión a Internet actual en los smartphones haga mentes colmena) siempre va a haber disputas, rencillas y roces.

Y el párrafo anterior nos lleva a otra cosa: ¿los gustos vienen "de serie" o nos enseñan qué ha de gustarnos? Es decir, ¿nacemos con una predisposición a gustarnos algunas cosas y no otras?
No es raro ver a miembros de la misma familia con gustos diferentes, pese a haber sido criados de la misma manera. En el caso de ser gemelos esto queda más notorio (ya que en hermanos con diferencia de edad se podría achacar a las diferencias culturales del ambiente en épocas distintas).
Por eso se podría pensar que nacemos con algunos gustos predeterminados.

Pero no podemos negar que el ambiente que rodea al individuo ejerce una influencia sobre sus gustos. Una persona que nace y vive en la ciudad suele desarrollar gustos por el mar o la montaña si los visita varias veces en su vida. Asimismo, los que viven cerca del mar no desarrollan el mismo gusto por el mismo que las personas anteriormente citadas.
Por supuesto no generalizo, no hablo de todos (pues, como he dicho, cada persona tiene sus gustos y no es posible agradar a todos), pero sí suelen ser casos mayoritarios. La necesidad de desconexión del ambiente "normal" al que somos sometidos hace que se desarrollen gustos alejados del mismo.

viernes, 25 de marzo de 2016

Mi Sí historia contigo II

Recuerdos

Manos entrelazadas; apretones devueltos; lluvia sin verte; caminata bajo la lluvia apretujados bajo el mismo paraguas; maquillaje; medias de rejillas rotas y enteras; Misato; su cruz; los ojos de Rei; IronMan 3 y su beso especial; Jungla decepcionante; Neptuno; museos cerrados; hormigas gigantes; un Picasso que casi no para; una mano que no llegó a tiempo; la mirada del dependiente de la tienda de alimentación; mi agua y tu coca-cola nunca terminada; un beso donde se juntan la muñeca y la palma de la mano; nuestro parque; nuestro sitio; escaleras; esperas; largas esperas; promesas de 10 años; sorpresas; pendientes y rosarios; bolsas para un aspirador; 10 minutos en 3 días; cuestas que cuestan para llegar a un monumento; la fuente; Cash; Moulin Rouge; playa y arena; el camión que casi me estampa en un túnel de Despeñaperros; cuentos de; cartas en un cajón; besos pintados; besos de fieltro y su posterior bronca; melocotones; hamsters; pollos raros; hamburguesas; símbolo chino del gallo y del mono; mi anillo en tu dedo pulgar; cubo de Rubik; Wall-e; tu escáner cerebral; tu caída en bicicleta y tu brazo vendado; colonias del Mercadona; uñas pintadas; Pikachu; Pikachu XL; Perlas y Diamantes; 3 especiales; 4 de Enero; 6 de Enero; 6 de Octubre; 28 de Diciembre; 16 y 16=11-04; Okinawa, su tormenta y su promesa; votos secretos; Rocío, la Luna y tu sonrisa; otra Luna llena; su plaza; Shen; niñas y princesas...


Una pequeña lista de recuerdos imborrables.

lunes, 21 de marzo de 2016

Mi Sí historia contigo

Bueno, en No cuento sueños, pensamientos, cosas que han sucedido, he sentido o soñado desde que nos separamos. En no es que vaya a contar nuestra historia, pero sí expresaré cosas que, o no recuerdo haber dicho en su día, o a día de hoy no puedo expresarlas sin parecer raro.


Siempre me llegan mejor estas ideas y expresiones cuando me voy a ir a dormir, estando tumbado en la cama. Quizás sea cosa de la oscuridad. Quizás porque mientras mi cerebro trata de cambiar el chip y adoptar el modo reposo que es el dormir me vengan solos los recuerdos que he acumulado de ti.

Y son muchos. Quizás uno de los más importantes es que me he perdido casi toda tu vida. Es uno de los pensamientos recurrentes.

Otro mucho más feliz es el por qué me encantaban tus besos. No era solo por los sentimientos que transmitían, sino también por el "sabor". Bien sea por el cóctel de hormonas que se transmiten en los besos, bien por algo propio tuyo, sabes que siempre me gustó ese "sabor" (y en su día te lo dije, y tampoco es algo que pueda sonar guarrillo).
He de reconocer que tú te prodigabas más en ellos que yo, que más bien te los devolvía, pero también tuve mis besos especiales para ti, aunque se puedan contar con los dedos de una mano.
Yo llamo a esos besos en mi mente los besos "desesperados", porque recuerdo habértelos dado (salvo uno) en momentos en los que yo sentía que podían ser los últimos, "desesperado" por mostrarte con ellos mis sentimientos hacia ti.

El primero (o primeros) está muy claro: aquella noche en aquella calle, ambos solos (o eso creíamos), y una frase de una chica sin identificar desde nunca supimos dónde al no verla (pero intuimos de que desde algún lugar en la acera de enfrente): "Eso es un beso, niña". Y tú colorada tanto por el beso como por la expresión posterior.
Otro claro para mí fueron los últimos besos que te di. Quizás no tan profundos, quizás no tan sonados, pero yo puse todo lo que sentía en esos besos. Después te dejé marchar, mientras pensaba en que debería haber subido a aquél autocar y darte unos últimos besos delante de todos.

Los primeros en tu ciudad; los últimos en la mía. Y los nunca dados, nunca hablados: los que contuve la última vez que te vi (otra vez aquí). Solo dije las palabras: "Me estoy sintiendo cariñoso hacia ti", cuando significaban más que eso; quise besarte pero me contuve. Y posiblemente fuese lo mejor, porque yo estaría más triste ahora y tú más lejana.


Otro recuerdo inolvidable fue ese primer momento, esa primera vez. En vernos, claro. Momento "Romeo y Julieta" en el balcón. Aunque en este caso ventana y calle de cuatro carriles por medio. Aun así te vi sonreirme y saludarme con una felicidad que me atrapó sin remisión.

Tus ojos. Su forma, su tamaño, su color. Tú los veías normales, yo los veía encantado. Me pasé mucho tiempo simplemente mirándote a los ojos, recordando su forma, sus curvas, su color.

No tanto pero similar me pasaba con tu pelo. El color, su ondulación, su olor, me encantaban. Y, al igual que tus ojos, más de una vez me notaste besarlo.

Cuando he hablado de tus besos no he nombrado tu boca, y siguiendo las descripciones... Me gustaba que fuese pequeñita, o más pequeña que la mía, que soy bastante bocazas. Ese labio inferior algo más grueso que el superior, tu sonrisa... Sobretodo tu sonrisa. Siempre he sido muy de sonrisas, siempre me han podido "hechizar" así, pero contigo era mucho más especial. Tenía algo que me provocaba a hacer que ella apareciese para poder disfrutar de su presencia. Y aunque hubo momentos en los que a ti no te gustaba (por motivos que los dos sabemos), demostré que era algo que no sólo no me molestaba, sino que me hizo quererte más, y demostrarte que podía besarte sin hacerte el daño que pensabas que podías sentir.


Aunque tú querías cambiar tu físico, tener otro aspecto, yo siempre estuve encantado con como eres de verdad. Siempre me has gustado tal cual eres.

Me ha salido un texto muy "físico", como si solo recordase eso, pero conservo los recuerdos de tus alergias, de tu familia (de cosas que te sorprendiste una vez que recordase), de por qué hace años casi te partes un brazo, de palabras que otros te dijeron y te hicieron daño... Y así incontables recuerdos que me vienen de vez en cuando cuando alguna situación de mi vida real los hace aflorar.

Son muchos recuerdos acumulados, y yo tengo el problema de no poder olvidar determinadas cosas y, sin embargo, olvidarme de otras.


Y uno de mis recuerdos más preciados no puedo contarlo (no relacionado con temas "íntimos", no es esa clase de blog ni recuerdo).

lunes, 14 de marzo de 2016

Mi No historia contigo V

Lágrimas.

Te he visto derramarlas por mí, por tristeza, por daño. Me has visto y sentido besarlas, tratando de animarte.
Ignoro cuando dejaste de llorar por mí, pues ya ha pasado bastante tiempo. Otra cosa es al revés, si yo he sido capaz de dejar de llorar.

No. A día de hoy sigo derramando lágrimas, aunque no es un continuo (como aquella primera vez). De hecho el último tiempo largo o continuo que he estado llorando ha sido hace excasamente poco tiempo, desde un par de semanas antes de vernos por última vez a un par de meses después de eso. Y cuando digo continuo me refiero a a diario, a llorar cada día, aunque sean unas pocas lágrimas. Sobretodo cuando he estado solo en casa.


No es sólo las lágrimas. Hubo un tiempo en que quise volver contigo e hice cosas a escondidas para darte una sorpresa. Hubo algo que siempre te dije y nunca hice, y es cambiarme de ciudad, a donde tú ya sabes. Después de tu primera visita aquí quise volver contigo y seguí mirando dónde vivir cerca de ti, y tenía un loft más o menos localizado. Quería irme unos días a verlo y, si me gustaba, mudarme un tiempo y darte la sorpresa de estar viviendo relativamente cerca de ti.
También dejé algo que me gustaba y es una parte de mi pasión (algo que ya había sacrificado en ocasiones por ir a verte), y la excusa real para dejarlo de lado fue precisamente mi convicción de preferirte a ti antes que a ello. Aunque nunca volvimos tampoco volví a eso, y no es algo de lo que me arrepienta, ya que me ha supuesto un ahorro personal (aunque me hubiese reportado alegrías).

También (y nunca te lo dije) me compré unos patines, porque patinar contigo era algo que siempre quise y nunca hice. Los he usado dos veces contadas.

Cuando había hecho todo eso tú me dijiste algo que me hizo cambiar mi decisión, mi pensamiento. Sé que yo he usado palabras que a ti te han hecho daño, pero no he sido el único. En aquel momento pensé que por qué iba a intentar estar contigo si tú me ibas a echar en cara todo eso y si me merecía la pena lo que pensaba hacer. El resultado lo conoces, nunca ocurrió, aunque esas palabras las tengo grabadas a fuego en mi memoria y en mi corazón. Y por ellas he cambiado mi forma de ser (en un determinado aspecto) y soy mucho más silencioso contigo, y cuando nos hemos hablado he mantenido cierta distancia y cierta mesura.

Yo no he sido un santo, ni por asomo. Aunque estos últimos párrafos me hagan parecer una víctima y tú una bruja, si has llorado por mi ha sido por mi culpa y mis errores, que han contribuido a esta situación.
Tampoco soy el malo. Simplemente, cada uno ha acabado haciendo daño al otro.

Y tú te has recuperado mejor, y yo no, pero eso ya lo sabía desde que estábamos juntos y me contabas ciertas preocupaciones.

Siempre supe que si nos separábamos definitivamente tú saldrías adelante muchísimo antes que yo, si es que yo era capaz de hacerlo.

viernes, 11 de marzo de 2016

Mi No historia contigo IV

El sueño de los clones....


Es un sueño antiguo, uno que te conté en su día. Por una puerta de mi barrio, creca de mi casa, entraba a un mundo paralelo. En ese mundo tú no estabas, te habían secuestrado, y yo me unía a un grupo de personas que se dedicaba a buscarte.
En uno de los sitios donde te buscamos nos encontramos con que te estaban clonando. Había un clon joven tuyo (más joven que tú, de unos 14 años), pero ni rastro de ti. Nos llevamos el clon, ya que estaba viva, y la criamos mientras seguíamos buscándote (para presentártela, ya que a fin de cuentas era un clon tuyo).

Pasaron los años y no te encontramos. El clon alcanzó tu edad (la edad que tenías en el mundo real cuando tuve el sueño) se enamoró de mí como lo hizo su real en su día. Se me declaraba, quería estar conmigo, y una vez llegó a besarme. Yo sentía algo por ella porque se te parecía y me recordaba a ti (y no solo en lo físico), pero no correspondía realmente a su amor. Se lo dije, le dije que lo sentía y me marché (en realidad estábamos en un coche, habíamos hecho una parada y el resto del grupo estaba fuera). Me despedí de verdad, me despedí de todos y volví a mi mundo por la misma puerta que había usado antes para entrar al otro.



Ese es el sueño de los clones. El sueño que me hizo saber que no podría querer a nadie que me recordase algo a ti. Y resulta que ese tipo de chica abunda y es la que me atrae, y ninguna otra.

Me he encontrado con muchos "clones", y todas me han activado recuerdos, alguna me ha emocionado algo, y no por si mismas, sino por recordarme a quien me recuerdan....



Y aunque yo intente expresar todo lo que siento de manera bonita, no es oro todo lo que reluce. 

lunes, 7 de marzo de 2016

Mi No historia contigo III

Una de las cosas buenas que tienen estas entradas es el poder desahogarme de una manera que no podría hacer de otra manera. Como por suerte no pongo nombres nadie sale herido o se puede sentir aludido.


Anoche te vi en brazos de otro hombre. Bueno, no tanto "en brazos", pero sí rodeándote él la cintura.

Me imaginaba que ciertas cosas se debían a que podrías estar con alguien y, como mi sueño predijo, yo me daría cuenta de ello debido a ti misma, a que tú me lo revelarías sin querer..

Ha pasado demasiado tiempo y estas cosas no deberían afectarme, pero lo hacen. Igual que contemplarte, que ya no debería causar efecto en mí, pero que sigue imprimiendo una extraña sensación en mi pecho, una extraña presión (que no opresión).


Alguien debería de haber ocupado ya tu sitio en mi corazón, y reconozco que han sido dos las que han logrado "emocionarme" algo, de manera que en otra situación es muy posible que hubiesen logrado conquistarme. Pero ahora es distinto, ahora veo más allá y si no he hecho o dicho nada es porque me he dado cuenta de que ambas tenían algo en común: si me gustaban/atraían es porque tenían algo que me recordaba a ti, y ese era el verdadero motivo por el cual me atraían.
Por eso tampoco podía hacer nada yo, porque sabía que no hubiese sido justo intentar conquistar a otra persona, gustarle, sabiendo que si a mí me gusta es porque me recuerda a otra persona. No sería noble.


Y eso me recuerda a otro sueño, un viejo sueño ya.

El sueño de tus clones, sus sentimientos y mi rechazo.

viernes, 4 de marzo de 2016

Mi No historia contigo II

Últimamente, cada vez que apareces en mis sueños es para hacerme daño. Aunque mis sueños son productos de mi mente y no tienes la culpa.
Hoy recuerdo haber soñado contigo, pero no el sueño. Recuerdo que no ha sido bueno, y durante el día he mantenido la sensación que mi yo del sueño sintió durante el mismo.
Será porque llevo tiempo sin saber de ti, será porque esta semana he estado enfermo, pero algo se ha agravado dentro de mí. Quizás sea uno de los motivos por los cuales hoy tengo la cabeza algo embotada.

Cuanto echo de menos esos sueños que acababan contigo en mis brazos.


Aunque quizás eche mucho más de menos el poder hablar contigo completamente libre, sin ataduras, sin censuras.

Lo que no echo de menos es llorar por ti. Básicamente, porque a día de hoy es algo que sigue sucediendo.

viernes, 26 de febrero de 2016

Mi No historia contigo.

Sin insultos, sin cosas privadas, solo historias (sueños tenidos) de una historia no tenida. Simples palabras que no se han dicho en una No historia.


Hoy me has hecho daño. En sueños, por supuesto. Hacía tiempo que no aparecías en ellos, y determinadas circunstancias actuales te han llevado a volver a aparecer allí.

Me invitabas a una fiesta en una piscina en tu casa (aquí matizo: no es en tu casa, no vivías en un chalet, sino en una comunidad y era una piscina comunitaria). Emocionado yo, iba sin pensarlo. Una vez allí y antes de entrar, estuve hablando con una socorrista que se encargaba de vigilar a los niños pequeños. Me contaba dónde estaba la otra piscina, y allí me dirigí. Al llegar estaba todo el mundo bien vestido (no etiqueta, pero si elegantemente). Me cambiaba de ropa con un dispositivo especial (sí, aun en cosas serias añado elementos de ciencia ficción), y al ver que la gente iba a una fiesta de carnaval (pero sin disfraces) me puse una máscara.

Poco después te hallé tras una columna, me puse enfrente tuyo y te saludé. Tu respuesta fue: "Hola cariño".

Mi respuesta fue una sonrisa, me quité la máscara y tu expresión lo dijo todo: te habías equivocado y ese "hola cariño" era para otra persona, tu actual pareja. Aun así disimulaste y seguiste un rato conmigo, enseñándome el lugar y contándome cosas, pero el daño estaba hecho.

El sueño terminó poco después de ese "Hola cariño" erróneo, despertándome y con sensación de tristeza.


Como dije al principio, me has hecho daño, pero en sueños, con lo que ha sido mi mente quien ha hecho todo, excepto mostrarme unos sentimientos que oculto por motivos que todos sabemos.