- Me siento traicionado. Di mi tiempo por ti, siempre te esperé y fui fiel a las palabras que nos dijimos. Intenté hacerte feliz, intenté que quisieras estar a mi lado, como me pediste mucho tiempo atrás. Pero ahora veo que no es real, que todo fue siempre un engaño. Necesitabas lo que yo podía darte y me utilizaste sin ningún problema, sin remordimientos, sin sentimientos. El incontable tiempo que he estado esperando algo que nunca me ibas a ofrecer ha llegado a su fin. Y tiempo es lo que me sobra, y lo que tú ya no vas a volver a tener más.
Esta historia llega a su fin a destiempo, pero quizás en el momento justo. Quien sabe, a fin de cuentas no soy su maestro, sino su esclavo. Igual que lo fui de ti.
Tras unos días de relax las ideas de un pasado han vuelto. El legado, MI Legado, adquiere nuevas palabras.
Por legado, hablo de las primeras entradas de este blog, El Legado de Pandora, una vieja historia inconclusa que ahora he retomado ligeramente, aunque deba cambiar ciertas ideas que tenía escritas, o deba encajar las nuevas en momentos posteriores en el avance de las historia. El final lo tengo pensado desde hace años, pero tras 14 de espera las ideas se diluyen.
