sábado, 5 de noviembre de 2016

Gustos II

Para gustos los colores.

Expresión correcta y errónea, puesto que lo que para unos es azul, para otros es verde.

Dejando aparte el tema de los colores, a veces lo que nos gusta nos hace daño. Por ejemplo las mujeres (ejemplo que todos conocemos): les gustan unos zapatos que al poco les hacen daño, pero prefieren la estética a la comodidad. Es algo que todos hemos visto en madres, hermanas, parejas, etc..

Otro ejemplo: gente con el colesterol y tensión altos que pasa de todo y se mete entre pecho y espalda cosas ricas en sal (aquí hay que admitir que son más hombres que mujeres los que hacen esta burrada).

Cambio.

Gustos por marcas. Casi todos somos afines a tal o cual marca. Algunos por simple cabezonería, otros porque han probado varios productos de varias marcas y han decidido que X es la suya. Luego está el problema del fanatismo (Samsung y Apple en móviles son el mejor ejemplo), que lleva a los usuarios de dichas marcas a desprestigiar a la rival y a reírse de sus desgracias (¡Aaaay, Note 7, la que has liado!), aun cuando su marca haga lo mismo o peor (¡Aaay, Iphone 7, que tú también explotas!).
Con las marcas de coche es casi peor. Para algunos su marca es sagrada, aun cuando hayan comprado 6 coches y todos se le hayan roto por tal o cual motivo.

Los gustos son variados, y si aprendiésemos a vivir sin criticar los de los demás (excepto en casos en los que esté justificado, como que dichos gustos sean algo castigado por el código penal), creo que nos iría mejor a todos.

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